lunes, marzo 05, 2012

Sordera

“A palabras necias odios sordos” me decía mi abuela, desde que llegué a las calles de Santiago en mi adolescencia no he vuelto a escuchar.

Reciproco

Cuando Beatriz lo miró a los ojos, sabía que él no la estaba mirando del todo. Esa mirada no iba, ni llegaba a ninguna parte. Ella, en cambio, seguía mirándolo a los ojos. Beatriz bajó la mirada. Él seguía ahí observando. Ella, buscaba esa mirada, eso que la había llevado hasta ahí, ya no lo sentía. Levantó la mirada y se dio cuenta que era inútil seguir buscando, su alma, eso que ya no estaba.

Inspiración

Hace tiempo que Joaquín escribe. Hace tiempo que Joaquín no llora ni sonríe, hace tiempo que Joaquín no siente nada. El día que Joaquín volvió a sentir, nunca más volvió a escribir.