sábado, enero 10, 2009

una moneda para mayores

El niño llega al almacén, apretando con su mano izquierda una moneda de cien pesos.
Mira al vendedor, observa a su alrededor y con una voz mínima pregunta:

Señor me alcanza para eso – apunta a la mercancía que tenia en frente. El vendedor lo mira, y ve su moneda de cien pesos.
-no, no vez que subió la harina. – el niño se queda en silencio unos segundos y vuelve a mirar a su alrededor, apuntando nuevamente otra cosa.
- y eso? – sonríe.
- el dólar también ha subido pequeño. –el vendedor ríe y comienza a limpiar un adorno con un pañuelo – el niño pregunta y pregunta, y el vendedor lo ataca con muchas respuestas incomprensibles, que el dólar, que el cobre, que la harina, que la bencina, que la presidenta, que los sueldos, que los pobres, que los ricos, que no te alcanza para nada.
El niño ya vencido camina hacia la puerta, luego hasta la esquina en donde lo esperaba una niña más pequeña aun. La observa.
- vez Mónica, los grandes ya no usan monedas de cien pesos, y por eso las regalan.