Me di cuenta que el cielo no es azul si no verde
que las entrañas extrañas
no alimentan el ocio de la mente putrefacta
Que el amor no es más que una punzada sin aliento en el miembro
más preciado del universo
que la rima no destruye mis pensamientos
la expresión de mis palabras
me di cuenta que la bestia sedienta de sangre y sepulturas
no camina, se arrastra contra la mirada
mirada zigzagueante de la mina de oro obsoleto
de los risos putrefactos
de la luz oscura de tus labios
de la gente sin olfato que busca aquel
Me di cuenta que hoy no cuento
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